El Papa nos recuerda que la caridad
es "la vía maestra de la Doctrina Social de la Iglesia"
Diác. Albino Mauro, P.s.s.g.
Referente Nacional del CIDAL en Guatemala
albino_mauro@yahoo.it
En la introducción al Compendio de la doctrina social de la Iglesia, en el parágrafo 11 refiriéndose a los destinatarios donde se habla de Obispos, Sacerdotes, Religiosos, Formadores, y Fieles laicos; se olvidaron los diáconos “ministros de la Caridad”; espero que no sea de propósito.
Hablando con el Señor Cardenal Martino, Presidente del Consejo “Justicia y Paz” cuando llegó a Guatemala a presentar el Compendio, un diácono permanente le expresó esta falta de atención. Él dándose cuenta admitió la ausencia y expresó que en el futuro los diáconos podrían ser tomados seriamente en cuenta en estos asuntos.
En realidad el Purpurado se había lamentado también de la poca respuesta y acogida del documento en América Latina, precisamente… (esto lo pienso yo…) por la falta de un ministerio específico que lo pueda vivir, encarnar y ser respuesta de la Iglesia en este momento.
Precisamente es esto lo que quiero expresar, leyendo también la última Encíclica papal: “Caritas in veritate” que los diáconos permanentes al contrario deberían ser especializados en estos tipos de temas y problemas.
El Papa Benedicto igualmente dice y repite que es tarea de la Iglesia hacer del mundo una “gran familia”. Esto a mi manera de ver, en otro punto donde los diáconos casados pueden dar un gran aporte a esta tarea por toda su experiencia y también toda la gracia del sacramento del matrimonio recibido al servicio de los demás.
Cuantas veces hemos percibido la Iglesia como una organización e institución y no como cuerpo / familia y por ende, los que más perciben esto son aquellos que viven en primera persona lo que ellos son, precisamente los diáconos permanentes.
Ojala, nuestros Obispos tomando en cuenta estos asuntos (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia / Caritas in veritate) que también los diáconos permanentes debidamente preparados puedan ayudarlos como colaboradores, en este necesario y urgente diálogo con el mundo, que estos dos documentos requieren.
es "la vía maestra de la Doctrina Social de la Iglesia"
Diác. Albino Mauro, P.s.s.g.
Referente Nacional del CIDAL en Guatemala
albino_mauro@yahoo.it
En la introducción al Compendio de la doctrina social de la Iglesia, en el parágrafo 11 refiriéndose a los destinatarios donde se habla de Obispos, Sacerdotes, Religiosos, Formadores, y Fieles laicos; se olvidaron los diáconos “ministros de la Caridad”; espero que no sea de propósito.
Hablando con el Señor Cardenal Martino, Presidente del Consejo “Justicia y Paz” cuando llegó a Guatemala a presentar el Compendio, un diácono permanente le expresó esta falta de atención. Él dándose cuenta admitió la ausencia y expresó que en el futuro los diáconos podrían ser tomados seriamente en cuenta en estos asuntos.
En realidad el Purpurado se había lamentado también de la poca respuesta y acogida del documento en América Latina, precisamente… (esto lo pienso yo…) por la falta de un ministerio específico que lo pueda vivir, encarnar y ser respuesta de la Iglesia en este momento.
Precisamente es esto lo que quiero expresar, leyendo también la última Encíclica papal: “Caritas in veritate” que los diáconos permanentes al contrario deberían ser especializados en estos tipos de temas y problemas.
El Papa Benedicto igualmente dice y repite que es tarea de la Iglesia hacer del mundo una “gran familia”. Esto a mi manera de ver, en otro punto donde los diáconos casados pueden dar un gran aporte a esta tarea por toda su experiencia y también toda la gracia del sacramento del matrimonio recibido al servicio de los demás.
Cuantas veces hemos percibido la Iglesia como una organización e institución y no como cuerpo / familia y por ende, los que más perciben esto son aquellos que viven en primera persona lo que ellos son, precisamente los diáconos permanentes.
Ojala, nuestros Obispos tomando en cuenta estos asuntos (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia / Caritas in veritate) que también los diáconos permanentes debidamente preparados puedan ayudarlos como colaboradores, en este necesario y urgente diálogo con el mundo, que estos dos documentos requieren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario